VII. LA CONDICIÓN DE LA REALIDAD
Capitulo 11. DIOS O EL EGO – VII La condición de la realidad
1. El mundo que tú
percibes no pudo haber sido creado por el Padre, pues el mundo no es tal como tú
lo ves. Dios creó únicamente lo eterno, y todo lo que tú ves es perecedero. Por
lo tanto, tiene que haber otro mundo que no estás viendo. La Biblia habla de un
nuevo Cielo y de una nueva tierra, mas esto no puede ser cierto en un sentido
literal, pues lo que es eterno no puede volver a ser creado. Percibir de manera
diferente es sencillamente percibir de nuevo, lo cual implica que antes, o en
el ínterin, no estabas percibiendo en absoluto. ¿Cuál es entonces el mundo que
le espera a tu percepción cuando finalmente lo veas?
2. Todo pensamiento
amoroso que el Hijo de Dios jamás haya tenido es eterno. Los pensamientos amorosos
que su mente percibe en este mundo constituyen la única realidad de éste.
Siguen siendo percepciones porque él todavía cree estar separado. Mas son
eternos porque son amorosos. Y al ser amorosos son semejantes al Padre, y, por
lo tanto, no pueden morir. El mundo real ciertamente se puede percibir. Lo
único que ello requiere es que estés dispuesto a no percibir nada más. Pues si percibes
tanto el bien como el mal, estarás aceptando lo falso y lo verdadero, y no
estarás distinguiendo claramente entre ellos.
3. El ego tal vez vea
algo bueno, pero nunca ve sólo lo bueno. Esa es la razón de que sus percepciones
sean tan variables. No rechaza la bondad por completo, pues eso sería
inaceptable para ti. Pero siempre añade a lo real algo que no es real,
confundiendo así la ilusión con la realidad. Pues las percepciones no pueden
ser parcialmente verdaderas. Si crees tanto en la verdad como en la ilusión, no
podrás saber cuál de ellas es cierta. Para establecer tu propia autonomía
trataste de crear de manera diferente de cómo crea tu Padre, creyendo que lo
que hiciste podía ser distinto de Él. No obstante, todo lo que es verdad es
como Él. Percibir únicamente el mundo real te conducirá al Cielo real, ya que
te capacitará para comprenderlo.
4. Percibir la bondad
no es conocimiento, mas negar lo opuesto a la bondad te permite reconocer una
condición en la que los opuestos no existen. Y ésta es la condición del
conocimiento. Sin esta conciencia no habrás satisfecho sus condiciones, y hasta
que no lo hagas no sabrás que ya dispones de él. Has concebido muchas ideas que
has interpuesto entre tu Creador y tú, y estas creencias constituyen el mundo
que percibes. La verdad no está ausente aquí, pero está velada. No sabes cuál es
la diferencia entre lo que tú has fabricado y lo que Dios creó, y de este modo
no sabes cuál es la diferencia entre lo que tú has fabricado y lo que tú has
creado. Creer que puedes percibir el mundo real es creer que puedes conocerte a
ti mismo. Puedes conocer a Dios porque Su Voluntad es que se le conozca. De
todo lo que has fabricado, el mundo real es lo único que el Espíritu Santo ha conservado
para ti, y la salvación consiste en percibir únicamente eso, ya que es el
reconocimiento de que la realidad es únicamente lo que es verdad.
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